En esta modalidad, un acompañante visita al adulto mayor por un número limitado de horas al día.
Puede incluir tareas como dar alimentación, administración de medicamentos, masajes craneales y brazos, lecturas, juegos de mesa entre otros.
Es flexible y adecuado para adultos mayores que no requieren cuidado constante, pero sí apoyo en ciertas actividades diarias, todas las actividades propuestas se deben realizar con la autorización de la persona contratante.
En esta modalidad se acompaña al adulto mayor por 5 horas al día que puede ser en la jornada de la mañana 8:00 a 14:00 hrs o en la jornada de la tarde 14:00 a 19:00 hrs. Este horario es flexible.
Puede incluir tareas como dar alimentación, administración de medicamentos, masajes craneales y brazos, lecturas, juegos de naipe, se pueden realizar actividades de entretenimiento como caminatas.
Es ideal para personas que necesitan apoyo durante la mañana o tarde, permitiendo más supervisión y continuidad en los cuidados.
El acompañante está presente todo el día, brindando asistencia constante en las actividades diarias.
Incluye las actividades de preparar y dar la alimentación, administrar los medicamentos, entretención como lecturas, cuenta cuentos, caminatas, masajes craneales y brazos.
Ideal para adultos mayores que requieren compañía y asistencia constante, especialmente aquellos con movilidad reducida.
El acompañante permanece con el adulto mayor durante la noche, generalmente desde la tarde hasta la mañana del día siguiente.
Supervisión mientras duerme, asistencia en levantarse, ir al baño, o administrar medicamentos nocturnos.
Es crucial para adultos mayores que tienen problemas de sueño, se levantan frecuentemente o requieren monitoreo debido a enfermedades.
La función del acompañante es proporcionarle apoyo y asistencia en diferentes aspectos antes, durante y después de la consulta médica.
Acompañar al adulto mayor al centro médico asegurándose que viaje cómodo. Ayudar al adulto mayor a moverse dentro del centro médico, como acompañarlo a la sala de espera, y asistirlo hasta ser atendido.
Si el adulto mayor tiene dificultades para escuchar, entender o recordar, el acompañante puede facilitar la comunicación con el médico, explicando los síntomas, el historial médico o haciendo preguntas relevantes. Tomar notas sobre las indicaciones del médico, tratamientos o recomendaciones, asegurándose de que el adulto mayor entienda la información y los pasos a seguir. Si el médico receta nuevos medicamentos o cambia los ya existentes, el acompañante puede ayudar a obtener las recetas, preguntar sobre dosis o efectos secundarios, y asegurarse de que el adulto mayor reciba la información correcta.
Proporcionar un soporte emocional ya que brinda tranquilidad y compañía, ya que las citas médicas pueden generar ansiedad en algunas personas mayores.
El acompañante ayuda al adulto mayor a escoger la ropa adecuada según sus gustos, necesidades y confort. Puede asesorar en la elección de prendas fáciles de usar, cómodas y que faciliten la movilidad, considerando factores como la temporada o cualquier limitación física. Se encarga de llevar al adulto mayor a las tiendas y cargar las compras, garantizando que el trayecto sea seguro y cómodo. Se asegura que compre los medicamentos correctos y lo acompaña a las tiendas de alimentos preocupándose que compre todo lo que necesita.
El acompañante facilita el proceso de compras, asegurando que el adulto mayor pueda adquirir lo que necesita con seguridad, comodidad y satisfacción.
Acompaña al adulto mayor a las oficinas correspondientes, facilitando la interacción con el personal de bancos y servicios públicos.
Este tipo de asistencia es clave para asegurar que los adultos mayores puedan gestionar sus asuntos financieros y administrativos de manera eficaz y sin estrés.
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